


Este tipo de embarcación tiene capacidad de procesamiento y congelamiento rápido del pescado a bordo, mediante túneles y armarios de frío, previo a depositar las cajas en bodega. Obtienen la captura mediante redes de arrastre de fondo que, en el caso de la zona económica exclusiva argentina (hasta las 200 millas náuticas, equivalente a 370 km) operan a profundidades que oscilan entre 60 y 150 metros, donde la temperatura del agua promedia los 8 grados, en otoño.
Mediante las sucesivas y repetidas navegaciones a las distintas zonas de pesca, el estudio y pragmatismo de los ecos de las sondas, el estado de la luna, las corrientes, profundidades y época del año las tripulaciones y sus bajeles consiguen obtener buenas capturas. Las especies más buscadas por estos barcos factoría en estas aguas son: merluza hubbsi y la pota argentina (calamar illex) como principales estrellas. Luego y para procesar se busca al abadejo, brótola, raya (alas), pampanito, savorín, rubio, loligo (calamareti), lenguado, mero y caballa.
Las redes tienen tamaños y composiciones diferentes, dependiendo de la captura pretendida. Una parte superior que tiene mayor flotación y empuja hacia arriba y una inferior más pesada, nivelada por dos grandes esferas de hierro que ofician de plomada y llevan a la misma al fondo.
La merluza es una especie que durante la noche sube para alimentarse y en el día se mantiene en el fondo oscuro alimentándose, motivo por el cual esta especie es pescada durante la luz del día. Excepcionalmente se puede realizar algún lance nocturno en claras noches de luna llena en las cuales la especie se confunde, cree que es de día y baja al fondo, permitiendo la captura con la red de arrastre.
En horas nocturnas los barcos de desplazan cambiando la zona de pesca o inclusive para mejor posicionarse a los vientos que van a reinar al día siguiente. Es menester que los responsables por la navegación y la pesca tengan conocimiento y manejen bien los programas y modelos de meteorología para poder maximizar los días de trabajo; un día flotando en el agua sin pescar no es deseado por las empresas pesqueras y son 24 horas más de demora para que las tripulaciones vuelvan a casa.
Los pronósticos llegan por correo electrónico al barco y en base a ello se buscarán los mejores rumbos para el despliegue de las redes, aun en condiciones adversas de viento marea. En el mar argentino suele haber mejor meteorología en verano para la pesca de altura, con vientos promediando los 20 nudos (37 k por hora) lo que genera una altura de ola de 2 metros.
Las naves despliegan sus artes 2 o 3 veces por día, variando su duración entre 2 a 5 horas. En cada lance puede conseguirse cantidades entre 15 a 45 toneladas, para esto las redes y todo el conjunto debe estar en perfecto estado y controlado por el personal de cubierta, contramaestre y capitán de pesca.
La pesca es significativa para las economías de empresas y países que invierten en esta actividad productiva. La zona económica exclusiva argentina brinda una riqueza a explotar y preservar para el desarrollo y crecimiento de todos los sectores involucrados, al mismo tiempo un atractivo y un desafío para los gestores de la política y de la producción.
Marino Mercante