

Buenos Aires. Con un presupuesto de más de 60 millones de euros, se logró la financiación del primer Neoliner, por la parte de capital, gracias al Grupo CMA CGM, ADEME Investissement, NEOLINE Développement, Corsica Ferries y Louis Hardy SAS (sociedad de Saint-Pierre-and -Compañía Miquelón).
También se ha concedido financiación adicional por parte de Banque des Territoires, en forma de bonos por valor de 3,8 millones de euros, y de Pays de la Loire Region, mediante un anticipo reembolsable de 1,3 millones de euros.



Neoline Développement, la empresa iniciadora del proyecto (en manos mayoritarias de sus fundadores y primeros inversores a través del holding Neoline & Associés), supo agrupar a varios inversores para aportar en la financiación.
Un gran velero de carga, pionero de la transición energética en la industria naviera
El buque Ro-Ro Neoliner de 136 metros de eslora, con dos mástiles plegables de carbono SolidSail de 76 metros de altura y planes retráctiles antideriva, será propulsado principalmente por su superficie vélica de 3000 m². Para las maniobras portuarias y puntualidad del servicio, la embarcación también estará equipada con un motor auxiliar y generadores desulfurados MGO (Marine Gasoil) (cada escape estará equipado con SCR, Reducción Catalítica Selectiva, para suprimir las emisiones de Nox) así como 3 propulsores transversales.
Carga y tripulantes
Su capacidad de carga será de 1200 metros lineales (2,8 m de ancho), o 265 TEU, para un peso máximo de 5300 toneladas de mercancías.
Su tripulación estará compuesta por 13 personas (puede ampliarse a 20 para embarcar aprendices y técnicos) y el buque acomodará cómodamente a 12 pasajeros en 6 camarotes dobles.
Para construir este velero mercante de carga de nueva generación, el astillero RMK Marine llevará a cabo esta construcción gracias a un grupo de innovadores socios franceses que incluyen a Chantiers de l’Atlantique, diseñador y proveedor del innovador sistema de aparejo SolidSail; Mauric, a cargo de los estudios de diseño, reglamentarios y de desempeño para la gama de barcos de NEOLINE; D-ICE Engineering, una empresa de tecnología profunda con sede en Nantes que desarrolla sistemas avanzados de enrutamiento, navegación, pilotaje y seguimiento, especialmente adaptados a los sistemas de propulsión eólica; o Fouré Lagadec, diseñador y fabricante de aletas retráctiles antideriva. En total, más del 30% del precio de la construcción beneficiará a empresas francesas.
Fuente: Neoline
Por: Redacción