

Buenos Aires. La familiarización de Noruega con sus recursos hídricos comenzó en el siglo 19, cuando hizo su primer desarrollo hidroeléctrico en 1895 (Paulenfossen), para suministrar energía a la línea ferroviaria Setesdalsbaren. A partir de ese hito, no paró de crecer, y en 2017 se ubicó en el séptimo lugar a nivel mundial, con una potencia instalada de 30 gigawatts.
A comienzos del siglo 20 Noruega comenzó su proceso de industrialización y a demandar mayores volúmenes de energía. Durante los siguientes años, el estado realizó fuertes inversiones para producir electricidad para su uso en la industria. Fue así que se construyeron un gran número de instalaciones hidroeléctricas de pequeña, mediana y gran escala. En la actualidad, Noruega tiene más de mil cien estaciones de generación hidroeléctrica.



Con el 98% de la electricidad generada a partir de fuentes renovables, el país nórdico se convirtió en un fortísimo exportador de gas y petróleo. Cabe destacar que su consumo es de alrededor de 220 mil barriles por día, y exporta 1.2 millones diarios. Según el Ministerio de Energía noruego, en 2017 el volumen de ventas de petróleo y gas alcanzaron los 53.847 millones de dólares, cifra que representa el 45% del total de las exportaciones del país.
También planifica aumentar su capacidad exportadora de energía hidroeléctrica, mediante proyectos con Alemania e Inglaterra (conexiones de energía eléctrica submarinas). En 2016, exportó 16.5TWh (teravatio-hora), aproximadamente el 10 % de la producción nacional total. La capacidad en Noruega de almacenar agua en los embalses y producir energía cuando sea necesaria, es muy adecuada para el comercio internacional y una muestra de la flexibilidad que tiene a la hora de producir.
Por Confluencia Portuaria | Twitter: @ConfluenciaPort
Por: Redacción